La Dirección Nacional de Alimentos estableció un "Protocolo de calidad para arándanos frescos", que debe ser cumplido por quienes deseen exportar. La fruta fresca debe reunir un conjunto de propiedades físicas y químicas. Las condiciones mínimas que cada unidad (fruto) debe reunir son las siguientes: bien desarrollada; sana; no poseer olores y/o sabores extraños; estar en un estado de madurez apropiado según el color; contenido de azúcares y consistencia adecuada; libre de manchas, lesiones o heridas; libre de machucamiento; sin podredumbre.
Requisitos de calidad diferenciada: A) Madurez: está determinada por: - Color exterior del fruto: deberá ser el característico en el 100% de la superficie. No se admitirán coloraciones verdosas; Contenido de azúcares: mínimo 7º Brix, determinado refractométricamente; - Consistencia: condición de fruta firme al tacto (coincide con el estado de la coloración).
B) Cera natural: como mínimo, el 90% de la superficie de la fruta debe contener cera natural, determinada visualmente.
C) Arándanos en pudrición: menos del 1% en bandeja, determinado visualmente.
D) Arándanos dañados (aplastados, chorreados): menos del 2% en bandeja.
E) Arándanos cicatrizados (provenientes de rameos, daños por pájaros, heridas): menos del 4% en bandeja.
F) Tamaño de frutos: calibres según el máximo diámetro ecuatorial : grande (mayor a 12 mm), mediano (8 a 11 mm), y chico (entre 6 y 8 mm). Tolerancia en tamaño: se admitirá un 3 % por bandeja de frutos de tamaños dispares.
G) Tolerancia en peso: +/- 5% de lo especificado como peso neto.
H) Materias extrañas: no se aceptará la presencia de materia extraña (polvo, hojas, piedras, etc).
Contaminantes químicos: A) Plaguicidas: No detectable según método oficial reconocido. Los productos utilizados deben estar autorizados por el Senasa para dicho cultivo.
Otras consideraciones: A) Vida útil del producto: 35 días. Pasados 25 días de la cosecha se comienzan a evidenciar niveles de ablandamiento y pudrición del fruto.
Por lo tanto, se aceptará para llevar el Sello a aquellas bandejas de arándanos que no superen los 35 días entre cosecha y recepción del producto por el cliente interno o externo.